Un sistema de medida o de seguimiento esta formado por varios indicadores alineados con los objetivos de la empresa.
Para diseñar un buen sistema de indicadores debemos empezar definiendo claramente:
- Qué define el éxito y fracaso de la empresa.
- Qué contribuciones clave se espera de los trabajadores.
- Qué recursos hay disponibles para conseguir el éxito.
- Qué condiciones son las que propician el éxito.
Definidos estos parámetros clave, y con el objetivo de equilibrar el sistema de medición, antes de proponer una ponderación de los indicadores establecidos debemos tener en cuenta algunos detalles:
- Se debe evitar que el objetivo derive a conseguir los indicadores en lugar de la satisfacción del cliente.
- Hay que eludir que la fijación por obtener la máxima puntuación en un área repercuta negativamente en otras.
- Si des de la organización no se da opción al fracaso, indirectamente se está actuando en contra de la innovación.
- Es necesario testear el sistema antes de implantarlo para evitar que nadie pueda aprovecharse de el de forma deshonesta.
Y lo más importante, un sistema de medición ha de fomentar la colaboración entre todos los actores implicados.